He estado probando el InkPad Color 3 de PocketBook, que llega al mercado apenas unos meses después que el InkPad Color 3, que salió al mercado en abril de este mismo año. Y se puede aplicar eso de que a la tercera va la vencida porque por fin su pantalla me parece lo suficientemente buena como para poder recomendarlo, aunque con algunas consideraciones.
El Color 3 es exactamente igual a su predecesor en cuanto a procesador, memoria, protección IPX8 contra el agua, iluminación con calidez ajustable, disposición de los botones, medidas, peso, conectividad y opciones de gestión en línea de tu biblioteca, etc… así que me remito a mi reseña del InkPad Color 2 si necesitas detalles.
La gran –y fundamental– diferencia está en la pantalla. En lugar de una E Ink Kaleido™ Plus de 7,8 pulgadas –que es la misma en el InkPad Color original y en el 2– el InkPad Color 3 el monta una nueva pantalla E Ink Kaleido™ 3.
Esta nueva pantalla conserva los 300 puntos por pulgada de resolución en blanco y negro –bueno, en 16 grises– de las anteriores. Pero pasa de 100 a 150 puntos por pulgada en modo color, que da 4096 colores . Que aunque el fabricante dice que es un 50 % más que en el anterior en realidad como la pantalla y lo que se muestra en ella tienen ancho y alto quiere decir que en el InkPad Color 3 hay un 225 % de pixeles más en la misma superficie. Y se nota. Se nota mucho. Yo veo las imágenes más contrastadas, creo que gracias a ese aumento de resolución.
La pantalla muestra además colores más saturados, aunque no es para nada comparable con la pantalla de una tablet, por supuesto. Y no es para ver fotos aunque el InkPad traiga una aplicación para verlas. Con 4.096 colores simplemente no hay suficientes.
InkPad Color 2 (izquierda) vs InkPad Color 3 (derecha) En la foto los dos InkPad tienen el brillo a tope y la calidez de la luz ajustadas al 50 %. No he hecho ningún ajuste de niveles ni nada parecido; la foto está tal y como ha salido de mi móvil, con la salvedad de que he acercado las dos pantallas entre sí para que ocupara menos – clic para ver la imagen en grande
Y esas mejoras me parece que por fin me permiten recomendar un InkPad si quieres leer libros y cómics en formato electrónico. Sí, son unos 360 euros en Amazon, lo que es un precio por el que te puedes hacer con una tablet capaz de hacer más cosas. Pero si quieres una pantalla de tinta electrónica en color, esta es una opción muy a tener en cuenta.
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Play like a girl: desafíos de las mujeres en la industria del juego y la tecnología. Por Marina Amores. Libros Cúpula (14 de junio de 2023). 240 páginas.
Marina –ahora más conocida por estos pagos como @blissy– tuvo la suerte de que su padre, informático, le pusiera desde pequeña un ordenador en su habitación. Y de que dedicara horas a jugar con ella, enseñándole cómo desenvolverse por aventuras gráficas, juegos de estrategia, y juegos de pegar tiros. Quizás también tuvo la suerte de no tener hermanos, porque si no lo mismo otro gallo le hubiera cantado.
Así que se convirtió en la rara avis que es una niña, luego una chica, y ahora una mujer a la que le gustan los videojuegos. Aunque los datos dicen que en realidad tan rara no es, pues el reparto está prácticamente al 50 % entre mujeres y hombres en cuanto a las personas que juegan a videojuegos.
Pero en cuanto abandonó el entorno familiar y el colegio femenino y religioso en el que estudió hasta los 18 años la cosa empezó a olerle a chamusquina en el mundo de los videojuegos. Y más cuando decidió –¿¡a quién se le ocurre siendo mujer!?– que quería dedicarse profesionalmente a ello.
Porque se topó con el machismo recalcitrante que permea la industria de los videojuegos, los medios de comunicación que los cubren, y buena parte de la comunidad que los juega. Que no digo yo que la mayor parte de las personas que juegan sean hostilmente machistas. Pero aunque sean una minoría son una minoría extremadamente vociferante. No sólo en España, que también, sino a lo largo y ancho del mundo.
De hecho dice que darse cuenta de cómo era el entorno fue lo que la hizo feminista.
Todos hemos escuchado en innumerables ocasiones la expresión de «jugar como una niña». El acto de «jugar como una niña» es algo culturalmente construido y con unos significados poco menos que peyorativos y de burla. Lo que significa en nuestra cultura es que el juego de las niñas es de una calidad inferior, y «jugar como una niña» equivale a jugar mal, a jugar peor que los niños o, como mínimo, jugar a cosas que se consideran menos divertidas. De esta diferenciación y categorización inferior parte en gran medida la «justificación» para el trato denigrante de niños a niñas a la hora del juego. […]Este libro, escrito tras haber recibido muchos palos y haber tenido que tragar con carros y carretas, es un completo y muy documentado repaso al problema del machismo en esta industria, dividido en tres partes que cubren los aspectos en los que las mujeres pueden relacionarse con los videojuegos: como desarrolladoras, como comunicadoras y como jugadoras.
A mí, que era más o menos consciente del problema –puede que más bien menos aunque supiera que existe– me ha servido para aclararme las ideas y para aprender unas cuantas cosas que no sabía del tremendo problemón que tienen niñas, chicas y mujeres en este campo.
Y me ha parecido una lectura absolutamente recomendable, en especial para los que estamos del lado «bueno» de la brecha de género en esto. Como lo estamos los hombres en casi todo, la verdad sea dicha. Aunque lo que me preocupa es que probablemente quienes más tendrían que leerlo y tomar buena nota no se van a plantear ni cogerlo en sus manos.
Sin embargo a pesar de todo al final me ha dejado con buen de boca porque creo que ahora que Marina –y muchas otras, pero personalizo en ella porque es la autora del libro– están hablando del tema y sus voces, por fin, empiezar a oírse es posible, como dice ella, que se produzca el reset que tanto necesita esta industria.
Y me ha quedado clarísimo, de nuevo como ella misma dice, que si critican la situación es precisamente porque aman el mundo de los videojuegos. Y por eso creen que no pueden quedarse calladas. Y es que si lo piensas un poco, ¿quienes son tus mejores amistades? ¿Las que te dicen sí a todo? ¿O las que te cantan las cuarenta cuando tienen que hacerlo? Pues eso.
Si no eres muy de leer en el canal de YouTube de Marina puedes echarle un ojo a Nerfeadas, una serie documental sobre el tema. Y si eres mucho de leer, Mr. Internet es un libro que se complemente bastante con el de Marina.
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Gali, nuestro camello de buenos enlaces, nos ha pasado este a un vídeo de las profundidades de los archivos de la BBC sobre el «Aeropuerto Internacional Brian Carney», algo así como el abuelo del aeropuerto Knuffingen de Miniatur Wunderland en Hamburgo.
Al mando, el capitán retirado de la BEA Brian Carney, que empezó su carrera pilotando Spitfires durante la segunda Guerra Mundial. Le llevó cinco años construirlo en los que empleó 10.000 horas de trabajo. Su idea era llevar un aeropuerto a la gente en vez de que la gente tuviera que ir al aeropuerto. Aunque con 2,5 toneladas de peso y seis días para montarlo tampoco es que su aeropuerto viajara tanto. Pero a pesar de eso, según el vídeo, estuvo de gira al menos dos veces por el mundo.
El modelo incluye 100 aviones, 1.000 vehículos, y también un pueblo pegado al aeropuerto –en Barajas saben lo que es esto– en el que hay un circo de gira. El edificio terminal está construido con latas de película. Sobre él hay un restaurante giratorio hecho con un bol de fruta puesto del revés. Y la torre de control son un par de latas de cacao.
Postal promocional del aeropuerto
Angela, la esposa del capitán Carney, se encarga del mantenimiento rutinario de los algo más de 3.300 metros de cables que hacen funcionar el invento, así como de cambiar las ruedas a los vehículos un par de veces por semana, ya que recorren unos 68 kilómetros a la semana.
Según Carney unos 10 millones de niñas y niños lo visitaron durante sus giras. Pero también dice que un par de señoras se marearon en una ocasión y que otra, en Seattle, le regaló un par de gafas de aviador que pertenecieron a Wilbur Wright. Así que lo de los 10 millones igual hay que tomárselo con una cierta dosis de precaución.
Por cierto que hablando de Wilbur Wright, el aeropuerto Carney incluye un modelo del Flyer I, y en la versión del vídeo, también un Concorde, lo que en ese momento eran como los dos extremos de los avances en aviación civil.
No he podido averiguar qué ha sido del invento, aunque teniendo en cuenta que el vídeo de arriba se emitió el 18 de noviembre de 1980 y el capitán Carney ya no parece un niño en él imagino que lo más probable es que a estas alturas haya sido desguazado hace ya años.
Y sí, como mandan los cánones, el locutor se confunde y lo que define como un DC-9 en realidad es un 727.
Hace unos años recuperábamos el legendario chiste del perro que jugaba al ajedrez:
Un niño de corta edad y un perro están jugando al ajedrez. A medida que la partida avanza un curioso que rondaba por allí consigue ver lo que sucede: el perro consigue defenderse en el medio juego pero acaba sucumbiendo al final, cuando el niño captura una pieza y anuncia «jaque mate».Así que aunque todo es relativo los científicos siguen verificando con el Juego de Imitación / test de Turing el estado de la inteligencia artificial. En esta ocasión Jones y Bergen han publicado un trabajo titulado ¿Supera GPT-4 el test de Turing? y la respuesta es un rotundo NO. [Suspiro humano.]
Para las pruebas prepararon 25 LLM distintos, modelos de lenguaje basados en diversas versiones de GPT, incluyendo hasta GPT-4, con una interfaz similar a la de una app de mensajería en el móvil y con pequeñas variaciones aleatorias en cuanto a retardos, fallos de ortografía, mayúsculas/minúsculas, etcétera.
La prueba era un poco diferente de la original de Turing (donde un hombre tenía que hacerse pasar por una mujer, o viceversa) pero simplemente para simplificar; se trataba de hablar un rato (5 minutos máximo, con mensajes de no más de 300 caracteres) y decidir luego si el interlocutor era humano o IA. En general parece un trabajo muy detallado. Los participantes humanos fueron 652 personas que completaron 1.810 pruebas.
Alan Turing decía en 1950 que creía que en unos 50 años se podría crea un ordenador con unos 109 [bytes] de capacidad de almacenamiento que pudiera «engañar» a un ser humano con una probabilidad del 70% del tiempo. Los autores dicen que un 50% sería más razonable (y compatible con la probabilidad de acertar al azar), pero ninguno de los modelos llega todavía a eso.
El resultado es que una IA clásica como ELIZA supera el test («engaña«) el 27% de las veces, y modelos como GPT-3.5 sólo llegan al 14%. Sin embargo otros como GPT-4 alcanzan el 41%, que está mucho más cerca del 50% (o 70%) ideal. Obsérvese la gran diferencia entre GPT-3.5 (versión «gratuita») y GPT-4 (de pago) y lo que esto puede suponer en cuanto a la calidad de los resultados. Cuando esta misma prueba se hace con personas, consiguen superarla el 63% de las veces, que también quedan todavía lejos de los modelos actuales analizados.
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En este debate sobre la Biología del libre albedrío el gran Robert Sapolsky se enfrenta –pero muy amablemente– con Kevin Mitchell, en una conversación tranquila y relajada; nada de youtube chirriante. Sapolsky defiende como es lógico su idea de que nuestro comportamiento es determinista porque está influenciado por factores biológicos, genéticos, ambientales y sociales y que por tanto no existe el libre albedrío (su último libro: Determined: A Science of Life without Free Will).
En el turno de preguntas el moderador, Theodor Nenu lanza esta:
Nenu: ¿Cómo podemos dar sentido a nuestros logros si no tenemos libre albedrío? Me refiero al trabajo de toda una vida, o al escribir un libro, que requiere mucha motivación. Si alguien piensa que en realidad no tiene mérito, que está todo determinado y que en el fondo es el producto de lo que tú mismo eres a «bajo nivel»… ¿No hay acaso cierta tensión entre ambas situaciones?A lo que Sapolsky responde con un rotundo:
Sapolsky: Oh, no siento esa tensión en absoluto porque el 95% de las veces soy un auténtico hipócrita, porque no podría funcionar si no lo fuera. Así que si alguien me dice «vaya, ¡bonita camisa!» o lo que sea durante tres milisegundos, acto seguido me siento complacido y de alguna manera interpreto que resulta que soy una persona mejor de lo que hubiera sido de otra manera (…) Todo lo que veo como imperativo moral es detenerme en ese punto y reflexionar y reflexionar y reflexionar, y llegar a la conclusión de que no es casualidad que me haya convertido en el tipo de persona que por ejemplo escribiría un libro (…) Pero es bastante raro esperar que alguien funcione de esta manera todo el tiempo y estoy seguro de que yo mismo no puedo.Aunque esto fue lo que más me llamó la atención el resto del debate está también muy bien; Sapolsky parece claramente «vencedor» (si no convencedor) ante unos argumentos un tanto más débiles y menos elaborados ni verificados.
Si quieres alimentar tu alma con algo con sustancia puedes hasta mirarte su curso de Biología del comportamiento humano (2010) en Stanford. Gratis, auténtico y muy instructivo.
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Replay of the #Ariane6 core stage hot-fire test. Watch the thruster nozzle moving.
During a launch this movement would compensate for aerodynamic forces pushing Ariane 6 off course. Small changes, made automatically by the rocket’s avionics, will keep Ariane 6 heading to the… pic.twitter.com/H7Kex52YsQ
A falta del análisis de los datos recogidos, la Agencia Espacial Europea (ESA) dice que la primera etapa del Ariane 6 ha superado con éxito primer encendido estático largo. Aunque si bien la ESA había hablado siempre de que el encendido iba a durar ocho minutos al final en realidad se quedó en siete. Y por ahora no está claro si esta discrepancia ha sido por un fallo en la información transmitida o si porque en realidad se ha quedado corto. Por eso, más que nunca, habrá que esperar al análisis de los datos.
La idea de la prueba era simular el funcionamiento de su motor Vulcain 2.1 durante un lanzamiento. En los minutos que estuvo en funcionamiento el motor consumió 150.000 kilos de oxígeno e hidrógeno líquidos, alcanzando una temperatura de hasta 3.000 °C.
Esta prueba llega tras un encendido corto el 6 de septiembre que en realidad estaba previsto inicialmente para el 29 de agosto. Pero preparar los sistemas de tierra y el cohete para la prueba llevó más de lo previsto, lo que es lógico con un cohete nuevo, así que por eso fue pospuesto.
El retraso en el encendido corto hizo que a su vez el encendido largo fuera pospuesto del 26 de septiembre al 3 de octubre. Pero unos problemas con los actuadores que mueven las toberas del motor para orientar el cohete obligaron a posponerlo hasta hoy.
El cohete con el que se hizo la prueba no es un Ariane 6 sino un modelo de desarrollo que se está utilizando para estos menesteres. De hecho sus propulsores laterales son inertes. Es el mismo con el que se hizo el encendido corto el pasado 6 de septiembre. Los componentes del primer Ariane 6 «de verdad» llegarán en barco a Kourou en los próximos meses.
Impresión artística del despegue de un Ariane 6 – ESA
Es extremadamente importante que esta prueba haya salido bien para evitar que el Ariane 6 siga acumulando retrasos. Y es que originalmente tenía que haber entrado en servicio en 2020. Pero desde hace meses, tras sucesivos retrasos, ya sabemos que será en 2024 si no se tuerce nada más. Aunque, insisto, habrá que esperar unas dos semanas para dar tiempo a que sean analizados todos los datos recogidos durante la prueba.
Hay programada también una prueba de la segunda etapa en condiciones no nominales en diciembre en Leopoldhausen. Es una prueba complementaria a la llevada a cabo el 1 de septiembre en condiciones nominales y que terminó sin problemas.
Pero según la ESA será después del encendido largo de hoy –de nuevo suponiendo que todo haya ido bien– y del análisis de los resultados cuando por fin den una estimación de cuando despegará el Ariane 6 en su primera misión.
Y es que aunque llegue tarde, obsoleto desde el principio, y sea muy poco competitivo desde el punto de vista económico, lo cierto es que hace mucha falta, pues la situación de los lanzadores en Europa es lamentable: el Ariane 5 está retirado, el Vega-C está fuera de servicio por problemas con su segunda etapa, y no hay acceso a los Soyuz debido a la invasión rusa de Ucrania.
Así que ahora mismo sólo disponemos del Vega para hacer lanzamientos. Y sólo le quedan dos ejemplares. Por eso estamos teniendo que recurrir a lanzamientos con SpaceX, por ejemplo.
Empecé a ver Alter Ego: La inteligencia invisible (en RTVE Play) un poco chinado porque lo primero que dicen es que «las capacidades de nuestro cerebro han sido replicadas por los ordenadores y esto no es así. Ni creo que llegue a serlo. Probablemente nunca, pero con toda seguridad no en mucho tiempo. Pero aún a pesar de haber empezado con mal pie la serie terminó por gustarme.
Presentada por Almudena Ariza y Carles Tamayo, se divide en tres capítulos que en total suman una hora y 40 minutos. El primero, ambientado en 2023, se titula «De humanos y máquinas», e introduce el tema. El segundo, situado en 2028, habla de la transformación laboral. El tercero, en 2033, trata de cómo el uso de las inteligencias artificiales ha cambiado el escenario geopolítico mundial.
La estructura de los tres es similar: Almudena está en una realidad claramente optimista, utópica de hecho, mientras que Carles está en una realidad claramente distópica. Cada uno en su «línea temporal va entrevistando a distintas personas expertas en el tema que hablan de distintos aspectos de esta tecnología.
Por supuesto que hasta que pase el tiempo no sabremos si las predicciones que van haciendo estas personas se cumplen o no, si son exageradas o si se quedan cortas; y personalmente creo que en los próximos diez años no veremos tantos avances como los que plantea la serie. Pero también creo que eso no es lo importante sino utilizar lo que cuentan para aprender acerca del campo y para saber qué debemos tener en cuenta de cara al uso y abuso de las IA.
Y sí, aunque tardan un rato, en el primer capítulo explican la diferencia entre las inteligencias artificiales débiles que son las que usamos ahora y las inteligencias artificiales fuertes o generales que son las que, en el peor de los casos, llegarán a dominar el mundo y a terminar con la especie humana. Es una distinción que usualmente se sustrae a la discusión sobre la IA y a mí me parece fundamental de cara a atemperar las expectativas sobre lo que pueden hacer las IA y no.
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He recibido un correo de una inmobiliaria que habla de las ventajas de una vivienda domótica en nuestro día a día. Y me ha hecho gracia porque cuando empecé a montar cacharricos de esos en casa no tenía un plan predeterminado más allá de aprender pero veo que he tocado prácticamente todos los puntos que comenta el correo ese:
Eso sí, algo que tengo claro desde el principio es que aunque haya «domotizado» muchas luces, interruptores y electrodomésticos, en todos los casos mantengo un control manual por si todo falla o por si viene a casa alguien que no sepa cómo va todo eso. No vaya a ser.
Lo que no tengo claro es, como dice el correo ese que me ha llevado a escribir esta anotación, que nuestra casa se haya revalorizado. Pero tampoco estamos en el mercado, así que no me importa. Pero sí tengo claro que con esto de la domótica nuestra casa es un entorno más cómodo, seguro y eficiente y adaptado a nuestras necesidades. ¿Que podríamos vivir sin ello? Por supuesto. Igual que sin Internet ;)
Zarya visto desde el Endeavour – NASA
Hoy se cumplen 25 años del lanzamiento de Zarya, el primer módulo de la Estación Espacial Internacional, a bordo de un cohete Protón. Quedó en órbita a la espera de la llegada del módulo Unity el 7 de diciembre a bordo del transbordador espacial Endeavour. Con los dos módulos unidos la tripulación del transbordador entró en el germen de la Estación y permaneción en él durante algo más de tres días, aunque no sería hasta noviembre de 2000 cuando la EEI pasara a estar permanentemente ocupada hasta hoy.
Originalmente diseñado como un módulo para la estación espacial Mir, el módulo terminó siendo construido con fondos estadounidenses para formar parte de la EEI. Y recibió su nombre, Amanecer, como símbolo del comienzo de una nueva etapa en las relaciones entre las grandes superpotencias al menos en lo que se refiere a sus programas espaciales. Hoy en día, con la invasión de Ucrania por parte de Rusia, es inconcebible que pudiera pasar algo parecido.
El interior de Zarya en agosto de 2001 – NASA
Su función principal es la de mantener la posición de la Estación, aunque también es capaz de almacenar una buena cantidad de electricidad en sus baterías. Estaba pensado para permanecer seis u ocho meses en el espacio nada más que acoplado a Unity mientras llegaba Zvezda, el tercer módulo de la Estación. Aunque al final el retraso en el lanzamiento de Zvezda hizo que tuvieran que esperar casi dos años.
Aunque eso no es nada si tenemos en cuenta que estaba diseñado para durar 15 años y hoy, como dice arriba, cumple 25 en el espacio. Y, si las cosas van como está previsto, tendrá que aguantar al menos hasta 2030, que es el año en el que los socios de la Estación Espacial Internacional tenían previsto retirarla. Eso serán 32 años. Que probablemente serán más ya que no está claro que las estaciones espaciales comerciales que deberían sustituir a la EEI vayan a estar listas a tiempo.
Congratulations to the entire SpaceX team on an exciting second integrated flight test of Starship!
Starship successfully lifted off under the power of all 33 Raptor engines on the Super Heavy Booster and made it through stage separation pic.twitter.com/JnCvLAJXPi
[Anotación en actualización]
Aunque tanto la primera como la segunda etapa resultaron destruidas por la activación de sus respectivos sistemas automáticos de autodestrucción SpaceX ha conseguido hoy importantes avances con el segundo lanzamiento de un Starship.
El despegue no parece haber causado daños en la plataforma de lanzamiento y los 33 motores de la primera etapa Booster 9 (B9) funcionaron a la perfección durante el ascenso y hasta el momento de la separación de etapas. Esto, aparte de que los motores en sí pueden haber sido de un lote más fiable que los del primer lanzamiento, tiene mucho que ver con la instalación de un sistema de supresión de calor y sonido mediante agua que ha absorbido buena parte de la energía que se libera en un lanzamiento. Y es un avance importante respecto el primer lanzamiento, en el que fallaron unos cuantos motores, algunos de ellos de forma catastrófica.
La separación de etapas también parece haber funcionado a la perfección: tal y como estaba previsto se apagaron todos menos los tres motores centrales de la primera etapa mientras la segunda encendía sus seis motores. En el primer lanzamiento no hubo separación de etapas.
Las fotos de la separación de las dos etapas son impresionantes – SpaceX
Tras la separación la B9 tenía que haber maniobrado para amerizar con suavidad en el Golfo de México, aunque por lo que sea poco después de iniciar el retorno, como decía arriba, se activó el sistema de autodestrucción. SpaceX no ha dicho aún por qué lo hizo pero estos sistemas están diseñados para actuar de forma autónoma cuando los parámetros de vuelo se salen de lo esperado. En cualquier caso han obtenido datos acerca de una primera etapa en un lanzamiento nominal, aunque al final también haya resultado destruida.
Mientras, la Starship 25 siguió su ascenso con los seis motores encendidos hasta alcanzar una altitud de 148 kilómetros y una velocidad de unos 24.000 kilómetros por hora. Nunca antes un Starship había encendido sus motores a más de 70 kilómetros de altitud. Pero tras apagarse los motores SpaceX perdió la señal y finalmente han concluido que también debe haberse activado el sistema de autodestrucción. Con esto no podrán obtener datos acerca del funcionamiento del escudo térmico durante la reentrada. Pero sí han conseguido un montón de datos acerca del funcionamiento de la segunda etapa de la separación hasta que casi consiguió entrar en la trayectoria prevista.
Ahora toca analizar los datos para ver qué ha fallado y proceder con el tercer lanzamiento. Para ello SpaceX, como poco, tendrá que esperar a que la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA) concluya su investigación sobre el lanzamiento de hoy, lo que es el procedimiento estándar cuando un falla. Pero en esta ocasión con toda seguridad la investigación concluirá en cuestión de semanas más que de meses ya que no parece haber habido daños en tierra, de nuevo en gran medida gracias al sistema de supresión por agua.
Aunque en cualquier caso aún quedan mucho camino y pruebas por delante antes de que esté listo el aterrizador que tiene que poner a dos personas sobre la superficie de la Luna en la misión Artemisa III de la NASA. Ese aterrizador está basado en el Starship. Claro que la NASA está empezando a pensar que al ritmo que van las cosas lo mismo esa misión no incluye un alunizaje.
Con esta curiosa página que se llama DutchCyclingLifestyle.com los holandeses intentan darnos envidia proponiéndonos recrear las calles de cualquier ciudad al estilo de los Países Bajos. Basta con que esté mapeada con Google Street View y tenga fotos. Simplemente hay que escribir la dirección, confirmarla y la inteligencia artificial se encargará de crear una versión imaginaria, nueva y utópica de las calles de toda la vida.
Si pruebas con la dirección de tu casa, o de tu zona de trabajo, los resultados pueden ser muy variados. Normalmente las cuatro soluciones que propone a modo de ejemplo se basan en lo mismo: eliminar los coches, cambiar el asfalto por adoquines y añadir plantas, muchas plantas. Además de eso surgen bicicletas por todos lados y gente caminando.
Eso sí: la IA dista mucho de ser perfecta, claro… Algunas veces las perspectivas son erróneas o si la zona tiene ya espacios arbolados o con algo de vegetación aquello acaba como una intransitable selva. En cualquier caso, está curioso como experimento. A probar y a ver qué te sale.
El segundo Starship completo listo para volar – SpaceX
SpaceX ya tiene el permiso de la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA) para el lanzamiento del segundo Starship.
La empresa en principio dijo que iba a intentarlo hoy mismo, pero la necesidad descubierta en una de las últimas pruebas antes del lanzamiento de cambiar el motor de una de las aletas de la primera etapa les ha obligado a posponerlo hasta mañana. Así que ahora mismo trabajan con el objetivo de lanzar el Starship compuesto por el Booster 9 (B9, la primera etapa) y la Starship 25 (S25, la segunda etapa) el sábado 18 de noviembre de 2023, en una ventana de dos horas que se abre a las 14:00, hora peninsular española (UTC +1). SpaceX iniciará la retransmisión del intento unos 35 minutos antes.
El permiso llega después de que el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos (FWS por sus siglas en inglés) emitiera su informe sobre el sistema de supresión de calor y sonido mediante agua de la plataforma de lanzamiento del Starship en el que concluyó que no se espera que afecte negativamente al entorno. Un informe positivo por parte del FWS era la pieza final que necesitaba la FAA para poder dar la autorización tras haber dado el visto bueno por su parte.
Se adelantan en un par de meses a mis previsiones, que iban en la línea de que tras el espectacular fallo del primer lanzamiento no veríamos ese segundo vuelo hasta 2024. Pero hay prisa por parte de todas las partes implicadas. Y es que la entrada en servicio del Starship es muy importante para SpaceX porque es una pieza fundamental de cara a seguir con el despliegue de los satélites de la constelación Starlink. Pero es que también es una pieza fundamental de los planes de la NASA para poner una tripulación sobre la superficie de la Luna en la misión Artemisa III ya que el aterrizador de esa misión está basado en el Starship. De hecho hay quien dice que las autoridades están siendo, como poco, muy laxas con Musk y SpaceX.
En cualquier caso, y volviendo a este segundo lanzamiento, conocido como Starship Integrated Flight Test-2 (Prueba de vuelo integrada 2 del Starship), sus objetivos principales son los mismos que los de el anterior:
Pero para llegar ahí el conjunto tiene que despegar de una pieza y ambas etapas han de separarse correctamente, entre otra miríada de cosas.
INFOGRAPHIC UPDATE: In the coming days the world will get to witness Starship, the largest rocket ever created, liftoff from Boca Chica, Texas. SpaceX plans to launch its Integrated Flight Test-2 mission with hopes of succeeding beyond its predecessor, IFT-1. Here is my… pic.twitter.com/81SvNTuHnT
— Tony Bela - Infographic news (@InfographicTony) November 14, 2023Para intentar asegurar el éxito del lanzamiento SpaceX ha hecho numerosos cambios tanto en el cohete como en el perfil de vuelo y en el proceso de lanzamiento.
B9, por ejemplo, usa actuadores eléctricos para mover las toberas de sus motores en lugar de un sistema hidráulico, lo que en principio es más fiable y debería evitar los problemas de control de dirección experimentados en el primer vuelo; la secuencia de despegue ha sido modificada para que los motores Raptor de la primera etapa alcancen antes su potencia de despegue para alejar el cohete antes de la rampa en caso de que empiecen a saltar restos como sucedió en el primer vuelo; además SpaceX ha instalado el ya citado sistema de supresión de calor y vibraciones mediante agua para minimizar el riesgo de que salgan restos despedidos; y la separación entre etapas se hará en caliente, no mediante un giro como se iba a haber intentado en el primer lanzamiento de haber llegado tan lejos.
En cualquier caso nadie sabe cuántos de los objetivos de la misión se cumplirán, aunque es muy probable que no todos. Así que habrá que sacar las palomitas y ver qué pasa.
Este profesor de historia de Premodernist cuenta así con aspecto todo serio y profesional «cosas que hay que saber si viajas en el tiempo hasta la edad media». El estilo es directo y al grano, para nada youtuber –todo un avance– y se agradece la forma tan clara y detallada, casi de manual, acerca de todo lo importante que hay que conocer al respecto. Es una especie de visita guiada que podría venir en un VHS rayado antes de entrar en la máquina del tiempo, sea del tipo que sea.
Tal y como explica, el vídeo es aplicable para viajar hasta la Europa Medieval entre los siglos XI y XIV, una época razonablemente interesante. Lo normal sería viajar a ciudades, donde los forasteros serían mejor acogidos; desde luego a pueblos (donde vivía el 90% de la gente), ni menos a castillos, que serían como fortalezas privadas de la época, fuertemente protegidas y pensadas para ahuyentar a los extraños. Las ciudades ideales serían las de Inglaterra, Francia, Alemania y el norte de Italia.
Entre las cosas a tener en cuenta están:
La charla me recordó mucho a The Year 1000, un libro muy interesante que leí hace años y que habla precisamente de cómo era la vida hace mil años:
En el año 1000 no había cremalleras. No había botones. La gente era de la misma estatura o incluso más altos que en la actualidad, aunque con una esperanza de vida bastante menor. Sus dentaduras eran perfectas, gracias a una alimentación más sana que la actual. Su vida cotidiana consistía en trabajar de sol a sol, normalmente en el campo. Prácticamente todo el mundo era esclavo, aunque no «esclavo» en el sentido actual. Si no «pertencías» a alguien, no tenías tierras ni forma de vivir (…)Quizá un gran momento también para revivir el Vidas medievales de Terry Jones, el admirado humorista de los Monty Python, que plasmaron en Los caballeros de la mesa cuadrada una de las mejores recreaciones –según los expertos– de cómo era vivir en esa época. ¡Suerte con ese viaje en el tiempo! (Por cierto: la máquina funciona con monedas de Patreon, gracias.)
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Vi por ahí una mención a esta vieja charla del diseñador Thomas Thwaites en PopTech (2011), titulada Cómo fabriqué una tostadora. Es una versión documentada en imágenes y vídeos de lo que a priori parece una tarea sencilla pero se torna imposible: la ingeniería inversa de un electrodoméstico normal y corriente, que encierra lo que unos dirían es una complejidad malévola y otros un entramado social maravilloso.
Para la tarea Thwaites se autoimpone unas reglas que obviamente acaba «flexibilizando» según se enfrenta a los problemas. Así que tras comprar y desmontar la tostadora de 10 euros más sencilla que consigue encontrar se da cuenta de que tiene cerca de 400 componentes, demasiados para plantearse recrearlos todos. Así que se conforma con conseguir los materiales básicos o materias primas.
Estas materias primas se pueden simplificar en unos pocos: acero, cobre, mica y plástico. El acero para la estructura, el cobre para los cables, la mica como aislante térmico y el plástico para darle su forma característica y encapsularlo todo. Buscando documentación –y gente que le ayude, porque ya ha decidido que solo no tiene ninguna oportunidad– intenta conseguir hierro con el que fabricar acero, algo bastante difícil de hacer «en primera persona» incluso tras bajar a una mina y conseguir algunas piedras de mineral de hierro.
Otro tanto le sucede con el cobre y la mica. El cobre lo recoge de una antigua mina en forma de agua del que se podía extraer con electrólisis (de la autoimposición de no utilizar herramientas ni técnicas modernas ya se olvidó hace tiempo, claro). El caso es que consigue suficiente como para crear un rudimentario enchufe y un cable. Para la mica se tiene que ir a una montaña a picar. Con el plástico tiene otra aventura pues tras intentar conseguirlo de algún modo del petróleo –y tras la peregrina idea de llamar a BP– abandona el intento para pasar a extraerlo del almidón de patata, algo un tanto intratable en la práctica. Finalmente acaba utilizando plástico reciclado trampeando con que podría considerarse «material procedente del Antropoceno» (o sea, de anteayer).
El resultado es una puta mierda de tostadora, que no tiene ni forma bien definida y de la que salen dos «cables» que seguramente nada más enchufarlos empezarían a soltar humo. Él mismo se descojona mientras lo cuenta; al final «fabricar una tostadora» le costó unas 1.200 libras (1.300 euros) y ni siquiera consiguió calentar una tostada, pues tras la primera prueba falló miserablemente. Una tarea demasiado compleja para una sola persona.
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Todo esto nos puede retrotraer al famoso ensayo titulado Yo, lápiz (1958) del economista Leonard E. Read (1898-1983) donde se explica que incluso la fabricación de un simple lápiz implica un proceso sorprendentemente complejo (materias primas: madera, grafito, metal, caucho…; herramientas, transporte…) que hacen que una sola persona sea incapaz de fabricarlo hoy en día por sí misma, sino que depende de otras estructuras de la sociedad para ello: tecnología, transportes y logística…
Read usó en su día este ejemplo para argumentar a favor de la libertad de empresa, explicando que se requieren materias primas de diversos lugares para casi cualquier proceso y también todo tipo de habilidades para la fabricación y ensamblaje de cualquier objeto, desde un Boeing 787 a un simple lápiz.
Según el economista, todo esto lo coordina «la mano invisible del mercado», algo que no podemos ver ni definir al cien por cien con exactitud, pero que no requiere a una «autoridad» que lo planifique; funciona más bien por la ley de la oferta y la demanda. Es una forma interesante de explicar estos aspectos en la economía moderna, las cadenas de suministros y cómo más allá se puede divagar para llegar a la política, la filosofía y la educación. Y todo a partir de un lápiz. O una tostadora, en este caso.
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Jack Fisher dedicó los últimos diez años a tomar fotos de alta calidad en todas partes del mundo. Uno de los resultados de esas aventuras es este vídeo llamado Sequences (Secuencias) donde hizo un montaje con todas las tomas en time-lapse capturadas por su Canon 5D Mark IV para diversos clientes y proyectos. El resultado es precioso y las cifras, asombrosas.
En total utilizó 3,5 millones de fotos a lo largo de 8 años (de la última década que lleva «metido en el ajo»). Es una cantidad de disparos tan gigantesca que en una ocasión en que llevó la cámara a reparar llamó la atención hasta a los técnicos del laboratorio. En algunos de sus montajes utiliza cámaras que deja grabando automáticamente durante semanas o meses y monitoriza a distancia mediante una conexión 4G.
El montaje final de tomas creadas a partir de fotos en Las Vegas, Tokio, Ámsterdam o remotos parajes de Indonesia está hecho con After Effects; algunos de los clips breves pueden verse también en su Instagram. Según cuenta tiene contratos con algunas empresas y ciudades para crear sus montajes de time-lapses, hyperlapses y «movimientos fluidos», que van de lo exótico a lo colorido o lo llamativo. Hay más en su Showreel. Todo un trabajo envidiable.
(Vía PetaPixel.)
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Hace un par de días se quejaba –y con razón– José Manuel de que la torre de avistamiento más antigua de la aeronáutica española, situada en Guadalajara, corre el riesgo de desmoronarse. «Cuidar el patrimonio histórico-industrial, ¿para qué?, se lamentaba. Y su tuit me recordó que recientemente he descubierto la existencia de la Ruta europea del patrimonio industrial (ERIH por sus siglas en inglés).
Según se describe:
ERIH, la Ruta Europea del Patrimonio Industrial, es la red de información turística del patrimonio industrial en Europa. La red está gestionada por la asociación ERIH, que cuenta con unos 350 miembros en 27 países. Más de 100 sitios miembros son Puntos de Anclaje, sitios de excepcional importancia histórica en términos de patrimonio industrial que también ofrecen una experiencia de alta calidad al visitante. Las Rutas Regionales profundizan en la historia industrial de paisajes especialmente afectados por la industrialización. En total, presentamos en nuestro sitio web más de 2.200 lugares de interés de todos los países europeos. Todos ellos están asignados a una o varias de las 16 Rutas Temáticas Europeas, representan ramas de la industria e ilustran la diversidad y -junto con más de 270 biografías- la interconexión de la historia industrial europea y sus raíces comunes. Las presentaciones de los sitios se complementan con artículos sobre la historia industrial de los países de Europa y el desarrollo de las industrias que componen las rutas temáticas. El ERIH está certificado como «Itinerario Cultural del Consejo de Europa.»No sé si la torre de Guadalajara llegará a salvarse a pesar de que se supone que el ayuntamiento está tramitando su declaración como bein de interés cultural (BIC). Pero como alguien interesado en el patrimonio industrial y que a menudo incluye visitas a sitios de ese estilo en sus viajes ERIH me parece todo un descubrimiento.
Llegué a ella, por cierto, a través de una información que recibí acerca de un homenaje que le hicieron al Alto Horno nº1 de Sestao.
En un reciente artículo, Mathieu Cesbron analiza Los números en los mitos de la creación y ¡sorpresa! El número 7 aparece mucho más mencionado de lo que cabría esperar, así, tal cual.
Cesbron tomó unos 200 textos relativos a la creación del mundo y el universo que encontró por ahí y analizó todos los números que se mencionan. Está el Génesis de la Biblia, el Popol Vuh, un texto sagrado del pueblo maya, el Rig Veda, del hinduismo y decenas de otros. Se mencionan detalles como los 7 días en que Dios creó el mundo, las 7 ninfas celestiales de la mitología griega, las 7 cabezas de la hidra… y así con tantos otros.
Estadísticamente podríamos esperar que cada dígito del 1 al 9 apareciera un 10-11% de las veces (no sé por qué razón no ha incluido el cero, tal vez porque es un «número relativamente nuevo» en la Historia, por decir algo) pero eso no es lo que sucede aquí.
Yendo un poco más allá sabemos que las los números suelen empezar por «1» en conjuntos de números de la naturaleza y el MundoReal™, y que el resto tienen una distribución muy peculiar, debido a la Ley de Benford, una ley fenomenológica de lo más curiosa.
El 7 destacó por goleada, aunque no está claro si por alguna razón psicológica o astronómica. Lo curioso es que esto mismo sabemos que no sucede tan visiblemente en libros no religiosos ni relacionados con la creación, así que ahí queda el dato.
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Después de unas cuantas semanas diciendo que «launching soon» por fin está en línea NASA+, la plataforma de contenidos en streaming de la NASA.
Está disponible de forma gratuita a través de las apps de la agencia para Android e iOS, para AppleTV, en distintas plataformas de contenidos en línea, y a través de cualquier navegador web.
Los contenidos incluyen documentales, vídeos cortos, emisiones en directo de lanzamientos, conexiones con la Estación Espacial Internacional… en fin, con los archivos que tiene la NASA es una fuente inagotable de entretenimiento y conocimiento. Están organizados por temas y series, aunque también hay un buscador, claro.
Eso sí, la inmensa mayoría de esos contenidos están en inglés con subtítulos en inglés. Aunque hay una sección específica en español.
¡A disfrutar!
Impresión artística de los distintos elementos de la misión en la configuración propuesta en 2022 - NASA
A finales de septiembre un comité de revisión independiente (Independent Review Board, IRB) analizó los planes de la NASA y la ESA para llevar a cabo la misión de retorno de muestras de Marte (Mars Sample Return, MSR). Y sus conclusiones no fueron nada halagüeñas: decían que estaban fuera de plazo, presupuesto y, sobre todo, de control. Así que la NASA, tras analizar el informe y visto que el Senado no está tampoco por la labor de soltar dinero sin más garantías de éxito, ha decidido poner en pausa la misión durante, al menos, 2024.
Según Jeff Gramling, el director del proyecto para la NASA, «Vamos a poner en pausa el programa en el año fiscal 2024 mientras estudiamos la mejor manera de entender e incorporar cómo vamos a cambiar el programa y responder a las conclusiones de la IRB. […] Hemos puesto a Steve Thibault como ingeniero jefe de la oficina del programa MSR en el cuartel general […] dirigirá un equipo formado por todos los centros implicados y nuestros colegas europeos para que analicen la arquitectura con nuevos ojos y descubran no sólo cómo mejorar nuestros márgenes técnicos y hacer que la misión sea más sólida, sino también si hay formas de ahorrar costes. También vamos a escuchar a la industria y ver qué ideas tienen.»
La misión, como su nombre indica tiene el objetivo de traer a la Tierra las muestras que está recogiendo el rover Perseverance. Y ya había sido simplificada en el verano de 2022. Con el nuevo plan en lugar de contar con otro rover que habría que construir y lanzar que fuera recogiendo las muestras, sería Perseverance el que se acercara a entregarlas al aterrizador que porta el cohete que las tiene que poner en órbita para que inicien su camino hacia la Tierra.
Pero eso no fue suficiente para convencer ni al senado ni al comité independiente. Así que toca esperar a ver si la NASA y la ESA consiguen pergeñar un plan que, al menos en apariencia, solucione los problemas observados.
La NASA y la ESA planeaban lanzar el aterrizador con el cohete de ascenso en 2027 y el orbitador que tendría traerlas de vuelta en 2028, aunque el comité dijo en su informe que no era realista. Así que la NASA ahora mismo aspira ahora a hacerlo en 2030. Pero lo más probable es que la misión quede pospuesta para la década de los 30… si sobrevive, lo que está por ver.
Mr. Internet: Cómo se relacionan la tecnología y el género y cómo te afecta a ti. Por Marta Beltrán. Next Door (27 de septiembre de 2023). 134 páginas.
Aunque la tecnología, entendida en este libro básicamente como los campos de la informática, Internet y los videojuegos, podría parecer neutra, en realidad le hemos traspasado los sesgos de género de la sociedad. Como dice la autora, citando las leyes de Kranzberg, «La historia de la tecnología es la historia del ser humano y de sus objetivos, motivaciones, necesidades o, incluso, obsesiones o defectos.»
Y más en concreto le hemos traspasado los sesgos de género de nuestra sociedad. A poco que prestes un poco de atención al tema y te informes es evidente que en el caso de las mujeres hay una clara brecha digital. No sólo en cuanto a su presencia en profesiones relacionadas con la ciencia y la tecnología –quizás más en el segundo caso– sino también en cuanto a competencias digitales y en cuanto a su presencia –o más bien falta de ella– en los puestos en los que se toman decisiones, lo que hace que esa brecha sea difícil sino imposible de reducir.
No existe avance sin ética ni tecnología sin humanismo. Como no puede haber progreso sostenible sin asegurarse de no dejar a nadie atrás.
– Teresa Viejo
vía Lorena Fernández Álvarez
Este libro pone en negro sobre blanco todo lo que esto supone y cómo afecta especialmente a las mujeres, aunque en realidad nos afecta a todas las personas independientemente de nuestro género, ya que si dejamos de lado a la mitad de la población nos estamos perdiendo sí o sí la riqueza que aporta.
Si ya has reflexionado sobre el tema lo mismo no descubres muchas cosas nuevas en este libro, pero como poco te servirá para ordenar ideas. Y malo será que no aprendas algo. Si no has pensado jamás en esto, ya tardas en leerlo.
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